NUEVA YORK (AP) — Rafael Nadal regresa a Nueva York, la ciudad donde se proclamó campeón en su última visita.
Han transcurrido tres años desde que venció a Daniil Medvedev en una final de cinco sets, para consagrarse por cuarta vez en el torneo que completa el calendario de Grand Slams en la temporada.
Ahora dice presente sin ver a su alrededor a Novak Djokovic y Roger Federer — los otros integrantes de los “Tres Grandes” del tenis mundial, ganadores de 59 de los últimos 69 majors.
Federer, quien el 8 de agosto cumplió 41 años, no juega desde que fue eliminado en los cuartos de final de Wimbledon en julio de 2021. Poco después, se operó la rodilla izquierda por tercera vez en año y medio. El astro suizo debe reaparecer a fines del mes próximo en la Laver Cup, un torneo de exhibición que se jugará en Londres, y volvería al tenis competitivo en su natal Basilea en octubre.
La ausencia de Djokovic obedece a que no cumple con el requisito de estar vacunado contra el COVID-19 para poder entrar a Estados Unidos. El serbio de 35 años se mantiene firme en cuanto a no vacunarse, una postura que también le dejó fuera del Abierto de Australia en enero — al extremo que acabó siendo deportado tras una batalla legal.
Segundo cabeza de serie en Flushing Meadows, Nadal tiene al alcance la oportunidad de distanciarse de Djokovic en la pugna por la mayor cantidad de títulos en las grandes citas. El español lidera con 22 títulos, seguido por Djokovic con 21 y Federer con 20.
“En lo personal, siento lástima por él de que no pueda viajar aquí”, dijo Nadal el viernes sobre Djokovic.
“Ya sabíamos que no jugaría, si no cambiaban las reglas (de ingreso a Estados Unidos). Siempre es una pena cuando los mejores jugadores del mundo no pueden estar un torneo por lesiones o por diversos motivos”, añadió en una rueda de prensa.
Así quedó descartada cualquier posibilidad de que Nueva York fuera el escenario de un 60mo duelo entre Nadal y Djokovic, quienes han acaparado 15 de las 17 últimos trofeos de campeón en los majors.
Según Nadal, el US Open sigue adelante, y el tenis igual.
“Repito algo que he dicho muchas veces: el deporte es más grande que cualquier jugador”, afirmó. “Me perdí muchos torneos importantes en mi carrera debido a lesiones. No estuve el año pasado aquí. Hace dos, tampoco… No es una buena noticia, pero el mundo sigue y el tenis seguirá después de mí, de Novak, de Roger. Cada año tendremos un campeón distinto”.
Nadal debutará el martes contra Rinky Hijikata, un australiano de 21 años que recibió un wildcard de la organización y es el actual número 198 del ranking.
Hijikata será el rival que pondrá a prueba la condición del músculo abdominal que Nadal se desgarró a inicios de julio en Wimbledon.
La lesión le impidió medirse con Nick Kyrgios en las semifinales en el All England Club. Ha disputado un partido desde entonces, sucumbiendo en tres sets ante Borna Coric el 17 de agosto de Cincinnati.
Nadal se expresó optimista con su condición física luego de entrenarse durante las últimas semanas, pero es precavido y no se exige con el saque.
“Cuando tienes una lesión como esta, te arriesgas a que se abra al poner mucha presión al sacar”, dijo. “Tengo lo que tengo. Con las herramientas que tengo ahora, espero ser lo suficientemente competitivo para darme una oportunidad”.
Nadal se coronó en el Abierto de Australia en enero y luego en el Abierto de Francia, la primera vez que el astro de 36 años enlazó los títulos de los primeros dos grandes de la temporada.
Quiere cerrar el año con otra corona, la quinta en Nueva York, donde también salió campeón en 2010, 2013 y 2017.
“Estoy feliz de volver”, dijo. “Llevaba unos años sin tener la oportunidad de estar aquí… Es uno de los lugares más importantes en mi carrera”.