Nico Rosberg vivió un plácido Gran Premio de Europa en su primera edición celebrada en el circuito urbano de Bakú (Azerbaiyán). El alemán ganó con mucha autoridad su quinta carrera del año para tomar así aire después de las dos victorias consecutivas de Lewis Hamilton en Mónaco y Canadá que hacían peligrar su liderato en la república exsoviética. Rosberg frenó en seco la reacción de su compañero de escudería, que solo pudo ser quinto, y tras sumar 15 puntos más que él, ahora amplía hasta a 24 puntos la diferencia en el liderato del Mundial.
Sebastian Vettel y el mexicano Sergio ‘Checo’ Pérez le acompañaron en el podio mientras que Carlos Sainz y Fernando Alonso no pudieron acabar la carrera por problemas mecánicos. Los dos pilotos españoles llegaron a rodar en la zona de puntos pero sendas averías en sus bólidos provocaron que abandonaran en el tramo final de la carrera. Los problemas de potencia del McLaren del asturiano le pasaron factura y un problema en los frenos provocó su abandono.
Lewis Hamilton acabó quinto y vio cortada su racha triunfal de las dos últimas pruebas. El reglamento fue el peor enemigo del británico en Bakú. Un problema electrónico cuando marchaba quinto propició una rocambolesca situación al no saber qué botón del volante tocar para solucionar la avería y no poder recibir instrucciones de sus ingenieros bajo pena de ser sancionado. Al final encontró el botón adecuado pero ya era demasiado tarde para superar a ‘Checo’ Pérez.
En una carrera limpia desde la salida, Nico Rosberg dominó de principio a fin, no dejando de liderar la prueba ni cuando entró al pit stop para cambiar sus neumáticos. La carrera la animó Hamilton, que salió décimo y llegó a batallar con ‘Checo’ Pérez por la cuarta posición hasta que un problema electrónico provocó que su lucha fuera contra la máquina en vez de contra un piloto.
Hamilton fue el animador de la carrera en todos los sentidos. El británico optó por la prudencia desde el arranque de la salida, en la que todos los pilotos, a excepción de Fernando Alonso, que recuperó una posición, mantuvieron su posición de salida en la parte delantera de la carrera. El británico no arriesgó lo más mínimo y optó por ir recuperando posiciones hasta situarse cuarto en tan solo doce vueltas.
Con un Rosberg marcando vuelta rápida en cada uno de los giros que daba al circuito y ampliando de forma insultante su ventaja sobre Sebastian Vettel, los duelos particulares entre el resto de pilotos eran lo que animaba una carrera sin sobresaltos. Carlos Sainz y Fernando Alonso se metían en la octava y novena posición en sus mejores momentos de la carrera pero sendas averías los dejaron fuera de combate en la recta final de la carrera.
Sergio ‘Checo’ Pérez fue el otro gran protagonista del gran premio y del fin de semana en Bakú. El mexicano de Force India, que salió séptimo por una penalización al cambiar su caja de cambios, el mismo problema que hizo que Carlos Sainz retrasara su salida hasta la decimoctava posición, hizo una carrera soberbia para acabar en el podio por segunda vez esta temporada.
Pérez, que consiguió el segundo mejor tiempo de la Q3, iba a subir al podio a pesar de cruzar cuarto la línea de meta debido a una sanción de cinco segundos que arrastraba Kimi Raikkonen pero quiso hacerlo por méritos propios y en la última vuelta pudo adelantar al finlandés para completar un fin de semana inolvidable.
Nico Rosberg salió reforzado de Bakú, un circuito creado para la ocasión que propició que los pilotos condujeran de forma conservadora. El alemán demostró que en una carrera sin incidentes y teniendo lejos al incisivo Hamilton no tiene rival. La próxima cita del Mundial será en Austria el 3 de julio.