Miami (EE.UU.). (EFE).- Al Horford habla con veteranía sobre la buena temporada de los Boston Celtics. Líderes del Este con un balance de 35-14, esto no sirve de nada si no se llega bien a los playoffs y por eso habla con la misma cautela que transmite al vestuario.
“Uno quiere mirar hacia adelante pero la realidad es que nos falta mucho baloncesto por jugar antes de la postemporada”, afirma el pívot dominicano a Efe.
Para ello, nada como ir partido a partido: “Me siento bien donde estamos ahora mismo pero tenemos que ir día a día, enfocarnos en eso y tratar de seguir mejorando como grupo”.
Es un discurso conservador, muy justificado después de las dos derrotas sufridas en su gira por Florida: ante Orlando Magic el lunes (113-98) y frente a Miami Heat el martes (98-95).
En la primera de ellas jugó un Horford que no pudo evitar la derrota de su equipo.
Pero es que perder ante Orlando Magic ya no parece un accidente porque el equipo dirigido por Jamahl Mosley, decimotercero en el Este, lleva sorprendentemente tres triunfos consecutivos contra los Celtics.
“Es curioso, en realidad no tengo una respuesta que dar sobre eso. Ha sucedido así por alguna razón y no sé cómo explicarlo. Yo sé que si nos enfrentáramos en una etapa de playoffs, las cosas serían diferentes. Pero tal y como ha ido el calendario ha pasado así”, reflexiona.
Se podría decir que Horford es el gurú de estos Celtics, una de las piezas fundamentales sin la cual no se entendería el proyecto ideado por Brad Stevens desde las oficinas del TD Garden.
Llevar la voz cantante no le resulta incómodo: “Siempre me ha tocado ser uno de los líderes en el vestuario y llevar al grupo, estar pendiente. Tomé ese rol el año pasado y este año me toca más cuando llega una adversidad. Pero me siento cómodo y lo hago de manera natural”.
Es un estatus que reconoce el vestuario de los Celtics, pero también los rivales mostrando un respeto enorme por su figura.
Bam Adebayo es uno de los que más le han ‘sufrido’ y así lo define en preguntas a Efe: “Siento que Horford es el veterano de ese equipo, que está cuando se le necesita”.
“Puedes notarlo cuando está en la pista, dirigiendo a los compañeros, guiándoles en los tiempos muertos, pidiéndoles que se hablen entre ellos, que se comuniquen y que estén en la posición correcta. Es un elemento fundamental del éxito de este año pero también del de la pasada temporada”, añade el pívot de Miami Heat.
Los números del dominicano en este curso son 9,5 puntos, 6,3 rebotes y 2,6 asistencias de media habiendo disputado 38 de los 49 partidos de los Celtics.
Sin embargo, medirlo estadísticamente no le hace justicia ni a los intangibles ni a lo que transmite a sus compañeros.
Pero, ¿hasta cuándo puede llegar este gran nivel individual? Dosificar las cargas durante la temporada es clave y la profundidad del equipo ayuda a hacerlo.
“No tengo esa necesidad de tener que salir todas las noches y jugar en ese nivel alto que se espera de mí, especialmente en los playoffs. Ahora en la liga regular tenemos muchos jugadores y tanto talento que cualquiera de nosotros puede sobresalir un día”, desarrolla.
No existe más secreto que la dedicación para mantenerse a este nivel con 36 años: “Me toca prepararme mucho más, más consistente, la clave para mí es seguir haciendo todas las cosas que hago fuera de la cancha con ejercicios, terapias… Requiere mucho trabajo, no sólo en temporada, también en las vacaciones”.
Más allá del liderazgo evidente de Jayson Tatum y Jaylen Brown, hay muchos partidos en los Celtics que se complican y que requieren de la experiencia de Horford.
Sucedió la pasada semana en los triunfos ante Golden State Warriors y Toronto Raptors, cuando el de Puerto Plata sumó 20 puntos y 10 rebotes frente a los campeones y aseguró el triunfo ante los canadienses con un recital de juego en los últimos dos minutos.
“Tatum y Brown están haciendo un trabajo excelente, pero los demás tenemos que estar preparados”, apunta.
Y él lo está: se desenvuelve en los momentos decisivos como nadie y hasta parece rejuvenecido, tal y como confesó Tatum tras la victoria ante los Warriors: “Bromeé con Al, volvió y parece que hoy tiene 25 años. Necesita más descansos de dos días porque luego regresa y decide el partido”.