Santo Domingo, 14 ene (EFE).- Melky Cabrera no solo ha mostrado su poder con el bate en la semifinal del campeonato de béisbol dominicano, también ha dejado claro que sus batazos son productivos y que es un jugador clave en la alineación de las Águilas Cibaeñas.
Cabrera, líder en jonrones en la semifinal, ha puesto de manifiesto, a sus 37 años, que su madero todavía es explosivo y que el conjunto amarillo puede y debe contar con él para alcanzar el éxito en la semifinal de la Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana (Lidom).
Melky, quien lidera la liga en cuadrangulares con cuatro, ha sacado el mayor de los provechos de estos batazos de cuatro esquinas, brindándole un beneficio evidente a su equipo que, si bien en algunos casos no ha podido salir con la victoria, los ha devuelto a la competencia.
Cabrera ha sido sumamente productivo, con sus tablazos, remolcando dos o más carreras con tres de ellos. En total, el potente bateador zurdo ha empujado ocho carreras con sus jonrones, mostrando una gran efectividad en cuanto a producción de carreras se refiere.
El jardinero y bateador designado ha impulsado 10 vueltas en 11 partidos, casi una vuelta por juego, situándose en la segunda posición en este departamento y liderando al conjunto amarillo.
En sus últimos tres partidos, Melky ha empujado cinco carreras y ha disparado dos cuadrangulares, ambos en juegos consecutivos, en un tramo de la semifinal en que las Águilas luchan por mantenerse con vida y alcanzar uno de los boletos a la final del torneo dominicano.
Lo importante de los palos de vuelta de vuelta completa de Cabrera es que han ocurrido en momentos en los que el equipo busca acercarse o tomar la delantera.
El pasado 4 de enero disparó un jonrón de tres carreras ante los Gigantes, que puso a las Águilas adelante 4-0 en el partido, el cual perdieron por la mínima (7-8); el 11 de este mes mandó la pelota a las graderías del estadio Cibao, con un corredor en las bases, empatando el encuentro a tres carreras (cayeron 4-3) y el de la noche del jueves, fue de dos carreras y los acercó a dos vueltas (cayeron 6-4).
Evidentemente los resultados no han acompañado el bateo de poder de Cabrera, pero nadie puede poner en duda lo importante de los momentos en los que los ha conectado y que ha sido un soporte para la ofensiva del equipo cibaeño.