Jim Redmond, padre de Derek Redmond, corredor británico de 400 metros, que había recibido la ayuda de su progenitor para terminar su carrera en los Juegos de Barcelona en 1992, será uno de los 250 portadores de la llama olímpica que atravesará Inglaterra a partir de mayo, anunció el martes el Comité Olímpico Británico (BOA).
Jim había sido al principio uno de los hechos más memorables de la historia de Barcelona 92, cuando se levantó de su silla de la tribuna para apoyar a su hijo, que se habría roto un tendón en la semifinal, por lo que terminó la prueba cojeando con una pierna.
Derek, que había conseguido el mejor crono en la primera serie de 400 metros y ganó su ronda de cuartos de final, se rompió un tendón en su rodilla derecha antes de ceder.
La imagen conmovedora del hijo lesionado apoyado por su padre se tomó como ejemplo para promocionar el espíritu olímpico.
En el pasado, los atletas olímpicos constituían cerca del 70 por ciento de los portadores de la llama olímpica, pero este año la BOA decidió también honrar a los padres de los grandes deportistas para felicitarles su papel en la carrera de sus hijos.