Campeón de la Ligue 1 y de la Copa de Francia la temporada pasada, el París Saint-Germain de Luis Enrique completó el triplete del fútbol galo al derrotar este domingo 1-0 al Mónaco en Doha, adjudicándose el Trofeo de los Campeones.
Cuando los dos equipos parecían encaminados a una tanda de penales que resolviese este partido equivalente a la Supercopa de otros países europeos o la Community Shield en Inglaterra, el que fuera extremo del FC Barcelona Ousmane Dembelé logró marcar a puerta vacía desde dentro del área a centro raso desde la izquierda del español Fabián Ruiz (90+2).
Fue el 13º título del PSG en la competición, el tercero consecutivo, y el undécimo en los últimos doce años.
“Fue un gran partido, con dos equipos que juegan bien a fútbol”, valoró Luis Enrique en conferencia de prensa. “El resultado es merecido y refleja nuestro dominio contra uno de los mejores equipos en Francia y en Europa”, añadió.
Si Dembelé puede no ser siempre el delantero ejemplar, entre falta de acierto ante el arco rival y un actitud indolente en ocasiones, hasta el punto de provocar tensiones con su entrenador en la primera parte de la temporada, lo cierto es que el rápido extremo hizo un gran servicio al técnico español y a todo el PSG.
En un estadio 974 de la capital catarí -país del propietario del PSG, QSI- lejos de presentar un lleno en sus gradas, el Mónaco se mostró ambicioso y con ganas de tomarse la revancha ante el equipo que le derrotó 4-2 en el Principado en diciembre en la Ligue 1.
Las ocasiones se sucedieron en ambas áreas a lo largo de todo el partido, pero la mayor pegada parisina terminó inclinando el duelo de su lado.
Y eso que en el primer acto el conjunto parisino mostró los problemas ofensivos que le están lastrando esta temporada. Con Dembelé de ‘falso 9’, una demarcación que no es en la que más cómodo se mueve, quedó subrayada la necesidad de un delantero puro, como el portugués Gonçalo Ramos, que comenzó el partido en el banquillo.
Désiré Doué, en gran forma en las últimas semanas, encontró el larguero con un latigazo tras un error en la salida del balón del arquero monegasco Philipp Köhn (9). Y a Joao Neves, con un buen disparo (10), Dembelé en dos ocasiones (21, 23) o el surcoreano Lee Kang-in justo antes del descanso les faltó precisión.
El Mónaco no inquietó a Donnarumma hasta el minuto 43 por medio de Takumi Minamin. El arquero italiano había sido protagonista en el precedente duelo entre ambos equipos, en el que un choque con Wilfried Singo le produjo heridas en el rostro.
El lateral brasileño del Mónaco Vanderson también vio cómo el palo repelía un disparo suyo (55).
Pero el público catarí, mayoritariamente volcado en apoyo del PSG, pudo al fin cantar gol cuando un centro de Fabián Ruiz, que había saltado desde el banquillo en el minuto 67, encontró en el segundo palo a Dembelé, que no perdonó con el arco desprotegido.
Después de la anulación del evento previsto en China, fue Catar y el estadio con sus famosos contenedores en la fachada -que albergó, entre otros, el Argentina-Polonia en el Mundial de 2022- el elegido para dirimir el primer título del año en el fútbol galo, y en cuyo palco estuvo el presidente de la FIFA Gianni Infantino junto al Emir de Catar.
Actual líder de la Ligue 1 francesa, el PSG pone ahora el punto de mira en los partidos decisivos que tiene por delante para poder seguir con vida en la Liga de Campeones, contra Manchester City y Stuttgart los días 22 y 29 de enero.