COOPERSTOWN, Nueva York. Pedro Martínez sabía que llevaba una gran responsabilidad como nuevo exaltado al Salón de la Fama, no sólo representando el béisbol y los equipos por los que lanzó, sino también al país que lo vio nacer.
Con tantas personas viendo y escuchando desde diferentes puntos de vida, el dominicano logró la meta de complacer a todos-tanto en inglés como en español.
“Tuve que ir del inglés al español y otra vez al inglés y sabía que iba a ser más difícil para mí. Hice lo que pude para transmitir el mensaje”, comentó Martínez en una rueda de prensa después de su discurso en el Clark Sports Center. “Mucho fue pura (improvisación). Les dije que iba a decir lo que me venía a la mente. Lo expresé en inglés lo mejor posible y lo repetí en español lo mejor posible”.
Martínez abarcó muchos temas durante su discurso: Perseverancia para alcanzar los objetivos; agradecimiento a los que ayudaron en su desarrollo en el béisbol; agradecimiento a su familia; palabras de inspiración para que la República Dominicana se supere; y mucho más.
“Esta ha sido la ceremonia más emotiva para mí, la más significativa”, afirmó Martínez. “Por eso quise dejar un mensaje completo y claro: Que nosotros sí podemos alcanzar las metas que nos propongamos”.
Como Salón de la Fama bilingüe y de más de una cultura, Martínez llevó una parcha con el escudo de la República Dominicana de la manga derecha de su saco, mientras que en la manga izquierda tuvo una con el Águila, símbolo de los Estados Unidos.
“Quería asegurarme de reconocer ambos países”, explicó el nuevo inmortal del béisbol. “La República Dominicana porque nacía allí y, como vieron ustedes, vinieron tantas personas de mi país para apoyar a uno de los suyos.
“Al mismo tiempo también soy ciudadano de los Estados Unidos, respeto los Estados Unidos. Quería darle el mismo reconocimiento que a la República Dominicana, porque sin Estados Unidos no estaría en Cooperstown siendo exaltado al Salón de la Fama”.
Con bastante destreza Martínez cambió de idioma y de audiencia, dirigiéndose en varios momentos a la inmensa camada de dominicanos entre los aproximados 45,00 personas-la cuarta mayor asistencia en la historia del evento–que se dieron cita en Cooperstown para la ceremonia.
“Con palabras no puedo precisamente describir cuánto agradezco su apoyo, cuánto agradezco que hayan venido a representar lo que nosotros somos como país, como cultura, como seres humanos, lo cariñosos que somos”, dijo Martínez sobre la presencia de sus compatriotas.
“Yo quería que ellos también fueran parte de lo que yo quería expresar”.