INSIDE THE GAMES. – Osvaldo Bisbal renunció a sus cargos como presidente de la Confederación Americana de Boxeo (AMBC) y vicepresidente de la Asociación Internacional de Boxeo (AIBA) debido a problemas de salud.
Ray Silvas de los Estados Unidos, miembro de la Junta de AIBA, ha sido designado como presidente interino de AMBC hasta las próximas elecciones, programadas.
En una carta dirigida a la Junta de AIBA, en la que se sentó, Bisbal explicó: “Durante estos últimos meses y con un círculo muy cercano, he estado analizando tomar esta decisión como consecuencia de cuestiones personales relacionadas con mi estado de salud.
Después de los controles médicos y con los consejos permanentes principalmente para cuidar mi salud y la imposibilidad de hacer viajes largos, he decidido, como les comenté hace algún tiempo a algunos miembros de AMBC, presentar mi renuncia a la Junta Directiva de AIBA. y, en consecuencia, al cargo de presidente de la Confederación Estadounidense de Boxeo, mandato que me honraron en el Congreso de Jeju de 2014 y el Congreso de Moscú de 2018.
“Por lo tanto, renuncio irrevocablemente a mis poderes en la junta de AIBA y AMBC desde el momento en que se envía esta carta”.
Bisbal había estado involucrado con AIBA desde 1979.
Fue árbitro olímpico y juez en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984, Seúl 1988, Barcelona 1992 y Atlanta 1996, así como en todos los Campeonatos del Mundo entre 1991 y 1997.
Bisbal se desempeñó como presidente de la Federación Nacional Argentina desde 1991 hasta 2014, cuando fue elegido vicepresidente de la AIBA.
Miembro del Comité Ejecutivo de la AIBA desde 1998, Bisbal fue oficial técnico olímpico internacional en los Juegos de Sydney 2000, Atenas 2004, Beijing 2008, Londres 2012 y Río 2016.
Antes de las elecciones presidenciales de la AIBA del año pasado, Bisbal presentó una queja a la Comisión de Disciplina y Ética de la AIBA luego de que la Federación de Boxeo de la República Dominicana, que nominó a Domingo Solano para presidente, intentara pagar la cuota de membresía de nueve países para que pudieran votar en el Congreso.
