SANTO DOMINGO.- Luego de más de 20 años en el voleibol, Prisilla Rivera, exselección nacional y la eterna capitana del equipo Reinas del Caribe quiere abrazar dos nuevos retos: ser comunicadora para edificar al público sobre el voleibol y ser dirigente de ese deporte.
Para eso, Prisilla se está preparando y próximamente hará un curso nivel tres; sobre la comunicación, quiere hacerlo como una segunda profesión, ya que estudia la licenciatura en educación física.
“Cuando finalmente decida hacerlo voy a enfatizar más en el voleibol, a fin de educar un poco más a la población amante de este deporte, darle a conocer más las diferentes reglas que existen”, expresó Rivera, tras participar como invitada en el programa Diamante Deportivo este martes.
“Son miles las personas que observan los partidos, pero no comprenden del todo ciertas jugadas que se ejecutan, ni cómo se realiza el formato de un evento determinado, de verdad en eso me encantaría ayudar, que las personas conozcan más de las reglas del voleibol”, agregó Prisilla sobre la disciplina que le brindó calidad, fama y dinero.
Prisilla, al ser entrevistada por los periodistas William Aish, Baudilio Jiménez, Bienvenido Carmona e Iván Cruz, dio cátedras en el micrófono, analizando varios temas deportivos, incluso el caso de Marileidy Paulino, de quien dijo es la cara del deporte olímpico.
“No es que ella sea la cara del movimiento olímpico, ella es la cara ahora mismo de todos los atletas dominicanos, sobre todo las mujeres”, explicó. “Si ella alzó la voz, es porque ella entendió que debió de hacerlo. De todos modos, esperamos que sea escuchado”, refirió.
Dijo que aun cuando ha sido coqueteada para volver al voleibol y que se siente en plenas condiciones, quizás no regrese a las canchas “siempre y cuando tenga un contrato muy favorable”.
Dijo que hizo buenas amigas mientras fue parte de la selección nacional, sin embargo, una de las más especiales para ella es Cándida Arias (Yaguate).
Reveló que le gustaría incursionar en la política para ayudar a los más necesitados “porque es parte de mi pasión ayudar a las personas”, dijo la espigada voleibolista.
Prisilla jugó en varios países, pero con Italia fue donde más le gustó.
“Jugué en España, Indonesia, Brasil, Puerto Rico, Azerbaiyán, pero donde más me agradó fue en Italia”, expresó.
Reveló que se puede vivir del voleibol muy bien, ya que las jugadoras dominicanas han conseguido jugosos contratos en diferentes ligas del mundo.
Dejó saber que con un cuarto de siglo dedicado al voleibol en rol de atleta, de esta disciplina añora la adrenalina que exhibía en esos partidos cerrados y en los que era de las principales opciones para marcar el punto ganador.
“Eran momentos en que no se sabía si lograríamos los puntos, pero estábamos decididas a alcanzarlos, me encantaba esas tensiones”, añadió.
La confraternidad con las compañeras es algo que también recuerda con decoro, no así los entrenamientos fuertes a que son sometidas, mucho menos los viajes extensos.
Mientras que tener la libertad de salir en familia a cualquier destino en el país sin tener que elaborar una planificación es de lo que más hace ahora y que en el pasado se veía limitada por sus compromisos.
Dijo que decidió hace varias semanas ir a entrenar con el equipo dominicano de voleibol de playa y le ha gustado, pero esto no indica que quedará flechada en el mismo.
“He asistido a varias sesiones, los instructores quieren motivarme a que participe, pero de verdad no me decido”, sostiene.
Amante de la cocina, en la que tiene al salcocho entre sus platos favoritos, Prisilla entiende que representar por tantos años a su país en eventos internacionales fue como algo super especial en su vida. “Ser una persona entre tantos millones de personas es un hecho que me enorgullece siempre”, expresa.
Dijo que es amante a los deportes, por lo que sigue el béisbol, tenis, fútbol soccer, baloncesto como otros a los que le encanta.