SAN DIEGO, CALIFORNIA. Yadier Molina dirigió de forma magistral el pitcheo como suele hacerlo con los Cardenales para frenar la ofensiva dominicana y también produjo con el madero con cuadrangular y sencillo productor para llevar a Puerto Rico a una victoria 3-1 en el arranque de la segunda ronda del Clásico Mundial de Béisbol aquí.
El resultado puso fin a una cadena de 11 victorias en fila dominicanas en este certamen, que comenzó en 2013 hasta el domingo. Había que irse hasta el 10 de marzo de 2009 frente a Holanda cuando en 11 entradas los europeos ganaron 2-1 para encontrar el último revés quisqueyano antes del de anoche.
Molina remolcó dos anotaciones y condujo a sus lanzadores a dejar en seis hits y apenas una vuelta a los quisqueyanos, también su menor cantidad desde aquél partido ante los neerlandeses. Los boricuas (4-0) mantienen su invicto en el torneo.
Un partido en el que el abridor Carlos Martínez (1-1) cayó a menudo ante los bateadores al utilizar 71 lanzamientos en cuatro entradas de tres imparables, una vuelta limpia, otorgó tres boletos y ponchó a cinco hombres. En cambio, los puertorriqueños abrieron con Orlando Román, pero solo trabajó dos capítulos y un tercio, pero su relevo pudo amarrar a los bates criollos con Héctor Santiago (2.2 entradas), Joe Jiménez (1), Joseph Colón (1.2) y Edwin Díaz (1.1), que salvó.
Como todo clásico domínico-boricua, fue un partido de nervios, cerrado y que acaparó la audiencia televisiva en ambas islas separadas por el Canal de la Mona. Nueve de las 10 tendencias en Twitter a la medianoche eran relacionadas con el encuentro.
Manny Machado se ponchó tres veces y pegó un doble y el conjunto quisqueyano se fue de 6-0 con hombres en posición de anotar.
Los quisqueyanos vuelven a la acción mañana a partir de las 10:00 PM frente a los Estados Unidos.