PARÍS. El duelo del 28 Campeonato Mundial de Judo corrió a cargo de Japón y Francia, mucho más reñido de lo esperado a última hora, mientras por Latinoamérica la porfía se inclinó a Brasil sobre Cuba.
Seis días de intensas peleas -para no llamarlas combates, parecidos a las guerras-, dejaron disímiles sensaciones del torneo del Palais Omnisports de París-Bercy con mayor participación de atletas (más de 900) y países (136).
Para la historia, el quinto título de todos los pesos para el francés Teddy Riner, un joven de apenas 22 años que con su descomunal peso (130 kilos) y estatura (2,04 metros) enseñó la agilidad y destreza de un fuera de serie.
Se impuso en todos sus encuentros por ippón y luego, reservado para el remate en la liza por equipos, dio la medalla de oro de Francia frente a Brasil al superar por yuko en tiempo suplementario a Rafael Silva.
Si lo de Riner fue un suceso, la seguidilla de los nipones, en especial en las divisiones de menor peso, resultó impresionante. Oro y plata en los 48 para Haruna Asami y Tomoko Fukumi, y lo mismo en 52 de Misato Nakamura y Yuka Nishida.
Luego, presea dorada de Aiko Sato en 57, plateada de Yoshie Ueno en 63, y de Akari Ogata en 78 en el certamen femenino. En varones, solo Mashi Ebinuma (66) con el título, y los segundos escaños de Hiroaki Horaoka (60) y Daiki Nishiyama (90).
En los detalles, vale resaltar a otra figura francesa, Lucie Décosse (70 kilos), soberana por tercera ocasión y clave en el éxito colectivo de las galas frente a Japón.
Los anfitriones sumaron seis de oro, de conjunto con las pruebas individuales, aunque los reglamentos dan por separadas las tablas de medallas.
Japón repitió su éxito de la lid anterior en Tokio, con cinco medallas de oro, seis de plata, cuatro de bronce, dos quintos lugares y un séptimo, seguido por Francia (4-0-1, tres quintos y dos séptimos, y China (1-1-0), con dos séptimos.
La confirmación del ascenso brasileño en el judo se hizo realidad en París, sin que tampoco fuese una sorpresa. El gigante suramericano se batió en la final por equipos con Francia y cedió el puesto de honor 2-3, con la agravante de Riner.
Brasil consiguió en individuales dos segundos peldaños (Rafaela Silva-57 kilos y Leandro Cunha-66) y tres terceros (Sarah Menezes-48; Mayra Aguiada-más de 78; y Leandro Guilheiro-81).
Para Cuba las cosas no salieron como esperaba, pero tampoco se fue con las manos vacías. En masculino, Asley González (90 kilos) se hizo del bronce y dejó la impresión de que anda cerca de empeños mayores, como vaticinó su entrenador, Justo Noda.
Las féminas que dirige Ronaldo Veitía y llevan 52 preseas en justas del orbe, debieron conformarse con la tercera plaza en el concurso por colectivos, muy meritoria tras desbancar a Rusia y China.
Fue sin dudas el premio al esfuerzo. Las cubanas conquistaron 18 victorias con 11 reveses, tuvieron a dos judocas en semifinales, Onix Cortés e Idalys Ortíz, y a otra en la disputa por el bronce, Mariset Espinosa en 63.
De los restantes latinoamericanos en la lid, Venezuela dio las pistas de que se encamina a escalar niveles superiores en la disciplina fundada por Jigoro Kano, en particular con Ricardo Valderrama, Javier Guedez y Antonio Rivas.
Argentina, sin embargo, quedó por debajo de las expectativas y apenas se sintió en París.
PARTICIPACIÓN DOMINICANA
La dominicana Isandrina Sánchez, medallista de oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2010 celebrados en Mayagüez, compitió en los 48 kilogramos, pero perdió de la belga Charline Van Snick durante la ronda preliminar.
La también criolla María García, en la categoría de los 52 kilogramos, cayó ante la francesa Priscilla Gneto en la ronda preliminar.