INSIDE THE GAMES.- El ministro de Deportes ruso, Oleg Matytsin, anunció que Rusia y China acordaron cooperar en 2022 y 2023 para ayudar al desarrollo deportivo y la cultura física.
Matytsin, quien también es presidente de la Federación Internacional de Deportes Universitarios, mencionó que las conversaciones entre las dos naciones se llevaron a cabo en las Conferencias de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), según la agencia de noticias estatal rusa, TASS .
“Por primera vez, celebramos incluso sesiones cara a cara de las Conferencias de la UNESCO sobre la lucha contra el abuso de dopaje y también organizamos reuniones bilaterales con representantes de China”, dijo Matytsin en una conferencia de prensa en Moscú.
“Hemos decidido que los años 2022 y 2023 estarán dedicados a nuestra cooperación bilateral en el ámbito de la cultura física y el desarrollo deportivo”.
Recientemente, el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) redujo a la mitad el período de suspensión recomendado para Rusia de cuatro a dos años debido a los hallazgos de dopaje patrocinado por el estado.
La Agencia Mundial Antidopaje buscó prohibir la nación durante cuatro años antes de que el CAS redujera la sentencia por la manipulación de los datos del Laboratorio de Moscú.
El país no podrá albergar, ni se le otorgará el derecho a organizar, ningún evento importante durante el período de dos años en el que se aplican las sanciones y debe ser despojado de cualquier Campeonato del Mundo que ya haya sido otorgado y que esté previsto que tenga lugar. entre ahora y el 16 de diciembre de 2022 “a menos que sea legal o prácticamente imposible” hacerlo.
Rusia tendrá que competir bajo una bandera neutral para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing 2022, así como la Copa del Mundo 2022 en Qatar si se clasifican.
China será la sede de los Juegos Olímpicos de Invierno en 2022, a pesar de los supuestos abusos de derechos humanos en la región noroeste de Xinjiang por el trato a los musulmanes uigures.
La controversia también continúa en Hong Kong sobre el tratamiento estatal de los manifestantes en favor de la democracia en el territorio.
