El triunfo se celebra, se goza, se disfruta, y en esta ocasión tuvo sabor a melao, a caña de azúcar, y así lo celebraron los directivos de las Estrellas Orientales, sus jugadores y el pueblo de San Pedro de Macorís.
Una caravana de bicicletas, motores, carros, yipetas, guaguas y patanas recorrió sectores y calles del Macorís del Mar, recibiendo los víctores de quienes desde sus viviendas también celebraban con sus familiares.
El malecón de San Pedro de Macorís fue la parada donde, desde las 8:00 de la noche, inició una fiesta amenizada por 12 grupos musicales.
A Fernando Tatis, nativo de San Pedro, le tocó ser dirigente de los campeones, que terminaron su caravana triunfal en el malecón, destino obligado esta noche de la fanáticada oriental.
Su presidente José Mallen encabezó el desfile que transcurrió sin mayor novedad que los taponamientos, que fueron aplaudidos por quienes, sin estar en el desfile, se identificaron con él.
El que Vladimir Guerrero estuviera en la caravana fue visto como normal, ya que a él estuvo dedicado el clásico y como anexo fue parte de ese conjunto y jugó la temporada donde coincidieron Alfonso Soriano, Félix José, Julio César Franco y Pedro Julio Astacio, entre otros.
El sábado es el tercer día de los cinco que la Sala Capitular declaró de júbilo por la victoria.
Desde temprano se observó el ambiente festivo de los petromacorisanos, que mucho antes de la hora convocada estuvieron reunidos para el recorrido que incluyó los barrios, México, Villa Olímpica, Restauración, La Flores, Casino Puerto Peña, Loma del Cochero, Los Maestros y Presidente entre otros, hasta terminar en Miramar.
Tres agrupaciones iniciaron la fiesta, ante que Miguel Sanó agradeciera a Dios y Tatis, el dirigente, pudiera de rodillas que agradecieran al Todopoderoso por el triunfo después de 50 años.
En términos parecidos se pronunciaron José Sirí y Fernando Tatis III.
“Esto es un gran equipo, me siento identificado por el calor de su gente, gracias por la oportunidad de ser campeón“, indicó Sirí.
DIARIO LIBRE
