El Reino Unido desplegará el mayor dispositivo de seguridad de su historia en tiempos de paz durante los Juegos Olímpicos de Londres, por temor a un atentado de un grupo terrorista o de un “lobo solitario”, la mayor amenaza para los organizadores.
Ciberataques, accidentes masivos, disturbios, atentados de Al Qaida o de los disidentes republicanos irlandeses, las autoridades tratan de prever todas las posibilidades.
Unos 12.000 policías, 13.500 militares y 13.200 guardias de seguridad privados y 3.000 voluntarios estarán movilizados para proteger la capital durante los Juegos.
Tendrán a su disposición aviones de combate, dos buques de la Marina, incluido un portahelicópteros estacionado en Támesis, y misiles tierra-aire.
El presupuesto de seguridad fue revisado al alza en diciembre de 282 a 553 millones de libras (880 millones de dólares, 670 millones de euros).
Alerta
Pero el incidente ocurrido la semana pasada durante la Oxford-Cambridge, la famosa regata anual entre las dos universidades británicas más prestigiosas, recordó que el riesgo cero no existe cuando ante la sorpresa general un espontáneo se metió en el agua burlando la seguridad e interrumpió la carrera.
“Es imposible garantizar que se pueden eliminar todos los riesgos”, explicó a la AFP Margaret Gilmore, especialista en temas de seguridad en el Royal United Services Institute (RUSI).
“Pero se puede hacer mucho para disuadir a alguien que quiera trastornar o lanzar un ataque contra los Juegos, y mitigar el impacto si, por ejemplo, se produce un atentado”, agregó.
El fantasma del atentado
La amenaza de un atentado planea sobre los Juegos de Londres desde su atribución.
El 7 de julio de 2005, al día siguiente de que la capital británica fuera designada sede de la edición de 2012, cuatro kamikazes británicos atentaron contra tres metros y un autobús en la capital, matando a 52 personas.
Además, hace 40 años, un comando palestino secuestró y mató a 11 atletas israelíes durante los Juegos de Munich. Y en 1996, una bomba estalló en el Parque Olímpico del Centenario de Atlanta.
La seguridad, sin embargo, no debe empañar la fiesta, lo cual complica la tarea de los organizadores.
“Estoy decidido a que esto sea un acontecimiento deportivo con una importante operación de seguridad, y no una operación de seguridad con un importante acontecimiento deportivo”, dijo el primer ministro David Cameron.
Seguridad
Los Juegos se inaugurarán el 27 de julio, pero el dispositivo de seguridad empezará a instalarse en mayo con el despliegue de una unidad especial de Scotland Yard para proteger el recorrido de la antorcha olímpica.
La atención se centra también en la red de transporte. Los servicios de socorro llevaron a cabo durante dos días en febrero un ejercicio de simulación de un atentado en el metro, que movilizó a miles de personas.
“Trabajamos en estrecha colaboración con las agencias de seguridad para asegurarnos de que tenemos los planes adecuados y la gente adecuada donde hace falta”, declaró a la AFP Mark Evers, encargado del transporte durante los Juegos en el organismo público Transport for London (TfL).
El “lobo”
Más difícil de impedir es la amenaza de un “lobo solitario” que escape a los radares de los servicios de inteligencia, como el yihadista Mohamed Merah, que asesinó a siete personas en marzo en el sur de Francia, o el ultraderechista Brehring Breivik, autor de una sangrienta matanza en Oslo el verano pasado.
“Los ‘lobos solitarios’ son los que van a impedir a las fuerzas de seguridad dormir por la noche”, dijo Gilmore.
Pero el terrorismo no es la única amenaza en una ciudad como Londres, sobre todo después de los disturbios y saqueos que asolaron durante cuatro días la capital y otras ciudades inglesas.
Y por raro que suene en la lluviosa Inglaterra, las autoridades también tienen planes de contingencia por si se produce una sorpresiva ola de calor.