Al incentivo para los atletas de cara a las competencias en París 2024 se le sumó una noticia no tan grata para los deportistas olímpicos: la ONG Surfrider Foundation, con sede en Biarritz (Francia) comunicó que las aguas del Sena tienen contaminación bacteriana entre dos y tres veces superior a los índices normales . El programa olímpico establece que allí se realizarán las competencias de aguas abiertas y de triatlón.
La ONG aportó pruebas de laboratorio realizadas por Eau de París y análisis medioambientales del grupo Analy-Co, realizados entre septiembre del año pasado y marzo de este año debajo de los puentes Alexandre III y L’Alma, locaciones en las que se llevarán a cabo los eventos deportivos. Tanto las federaciones de natación en aguas abiertas como la de triatlón fijan límites aceptables para dos tipos de bacterias, escherichia coli y enterococci, ambas reveladoras de la presencia de materia fecal en las aguas. Las muestras aportaron niveles en la concentración de ambos microorgamismos que duplicaron y hasta triplicaron los valores máximos permitidos .
Sin embargo, el Comité Olímpico Internacional y las autoridades parisinas se aferran a las condiciones en que fueron realizadas las pruebas: durante uno de los inviernos más húmedos de los últimos 30 años. Las precipitaciones abundantes suelen colapsar el sistema cloacal de la capital francesa, lo que da lugar a potenciales descargas directas en el río, sin el tratamiento específico de los efluentes .
“Es esencial que las diferentes partes interesadas entiendan que los deportistas y futuros nadadores no deben pasar a un segundo plano”, reclamó la ONG Sufrider Europe en un comunicado. Y añadió: “Se trata de una cuestión de salud pública que no debe quedar eclipsada por una falsa imagen postal. La llama olímpica debe seguir brillando en los territorios mucho después de la celebración de los Juegos y se deben cumplir los compromisos sin tener que rezar a diario para que no llueva. En nombre de toda nuestra comunidad, preocupada por la salud de los deportistas y futuros nadadores, esperamos que nuestra solicitud sea escuchada para poder tranquilizar a todos”, finalizó la ONG. París lleva invertidos cerca de 1400 millones de euros en plantas de tratamiento de agua y tormentas, que redundarían en la mejora de la ccalidad de agua del Sena y su principal afluente, el Marne.
