La muerte de unos 140 atletas olímpicos se registró en 2021, y entre ellos se encontraba el primer atleta en encender un caldero en unos Juegos Olímpicos de Invierno.
Guido Caroli, de 94 años, tres veces patinador olímpico de velocidad que fue el último portador de la antorcha en los Juegos de 1956 en Cortina D’Ampezzo, vivió para ver la entrega de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2026 a su ciudad natal de Milán junto con Cortina.
“Milán está lista, no le falta nada y Cortina ya era maravillosa hace 60 años”, dijo Caroli en el momento de las elecciones de la ciudad anfitriona en 2019.
Hizo su propio debut olímpico en St Moritz en 1948, donde su mejor posición fue el 31º en los 5.000 metros masculinos. También compitió en los Juegos de 1952 en Oslo, donde ocupó el puesto 28 en los 10.000 metros.
Sus tiempos más rápidos sobre 500 my 1500 m llegaron en 1955, lo que le valió la selección para un tercer juego.
También ganó el Campeonato de Italia en la pista olímpica. En aquellos días, el patinaje de velocidad siempre se realizaba al aire libre.
Llevaba la bandera italiana en su uniforme cuando recibió la Llama del medallista de oro en esquí alpino de 1952, Zeno Colo.
Los periódicos informaron cómo “la Antorcha en llamas y su portaaviones Guido Caroli se desplomaron sobre el hielo, pero Caroli se aferró a la Antorcha y no se apagó”.
Aunque el momento se eliminó cuidadosamente de la cobertura de los noticiarios de la ceremonia, se publicaron fotografías del incidente en periódicos de todo el mundo.
