Luego de ser derrotados en un juego que se extendió por doce entradas, los jugadores del equipo representante de la ciudad de Santiago De Los Caballeros, el primer Santiago de América, tomaron un vuelo de regreso a casa desde Barahona.
Pero la muerte acechaba tras las grises nubes del invierno y quiso convertir en leyenda a las “Estrellas de Santiago”. Con su negra guadaña segó las alas del ave del retorno de los viajeros, tiñendo de oscuridad su porvenir.
La noticia de la caída se expandió como lava furibunda por todo el territorio nacional dando a conocer que el paraje de Río Verde en las cercanías de La Cumbre, Villa Altagracia, se convirtió en la morada final del grupo de héroes deportivos y sus acompañantes. Del cielo caían espesas lágrimas que lloraban el luto nacional.
El avión, un Douglas DC-4 de la Compañía Dominicana de Aviación, voló bajo una tormenta tropical que en esos momentos arrasaba parte de la isla de Santo Domingo y en su trayecto de Barahona a Santiago fue desviado de éste último hacia la ciudad capital, ya que en el Cibao no había condiciones favorables para un aterrizaje seguro. No se sabe con certeza cuáles fueron las causas de la precipitación de la aeronave, entre las cuales se debaten fallas mecánicas o error de navegación. Otros aluden al mal tiempo que reinaba en los cielos dominicanos así como también a la falta de combustible que pudo haber contribuido con la desgracia, ya que el plan de vuelo original fue alterado considerablemente, extendiendo sobremanera la distancia a recorrer por causa del desvío a Santo Domingo.
El único sobreviviente del equipo de peloteros y del grupo que los acompañaba, fue el receptor Enrique “El Mariscal” Lantigua, quien, según muchos, era uno de los mejores en jugar en esa posición en el país. Lantigua se salvó, debido a que decidió irse por tierra. Se dice que él estuvo en una fiesta la noche anterior por lo que perdió el vuelo y tuvo que irse vía terrestre. Aunque otra versión da cuenta de que Lantigua había soñado que el aeronave sufrió un accidente por lo que decidió no subir a ella, salvando su vida de esta manera.
Los integrantes del grupo de deportistas que integraban el equipo Santiaguero eran: Aquiles Martínez, Ventura Escalante (El Loro), Juan Ramón Ramos (Bombo), Juan Bautista Álvarez (El Chino),Fernando Valerio (Nano), Loente Hernández (Yeyo), José Dolores Aviar (Pepillo), Maximiliano Rivera (Puchulán) y Miguel A. Rodríguez (Tatis), Pedro Báez (El Grillo A), Francisco del Villar (Bebecito), Antonio Martínez (Tonito), Alberto Tomás Estrella (Mino), Manuel Tatos (Sancho), Rafael Papiro Raposo, Víctor Saint-Clair (Papito Lucas), Antonio Devora, José Jiménez (Boquita).
Mientras que el grupo que lo acompañaba esta compuesto por el Doctor Belarmino López, Luis Luque (Periodista, editor deportivo de La Información), doctor Arnaldo Cabral, Manuel Tejada, Virgilio de Peña, Miguel Albaine, Enrique Diloné, Enrique Henríquez, Francisco Collado, Elpidio Victoria, Carlos Manuel Rodríguez, Ramón María Hernando y José del Carmen Ramírez.
La tragedia de Río Verde marcó profundamente el alma del deporte dominicano, principalmente el beisbol, ya que en el accidente murieron un gran número de estrellas del beisbol amateur que hicieron mucha falta al posterior desarrollo de dicho deporte y la misma es recordada año tras año, tanto por los medios de comunicación, como por diferentes personas e instituciones, con misas y un gran número de actividades deportivas y de otras índoles.