El 2 de julio del 1963 fue uno de los mejores duelos de dos lanzadores de todos los tiempos: Juan Marichal y Warren Spahn. El lugar fue el Candlestick Park, una noche más para jugar béisbol, 15,921 fanáticos en las tribunas. Los lanzadores de turno, el dominicano Juan Marichal y el zurdo de oro Warren Spahn. En esa época los peloteros lucían radiantes con sus uniformes multicolores y un aire caliente soplaba anunciando que la noche estaría cálida buena para los lanzadores.
Entrada por entrada estos dos lanzadores hicieron gala de sus envíos, tanto Marichal como Spahn estaban durísimos y por 15 entradas llenaron de ceros la pantalla del Candlestick Park. Episodio tras episodio, avanzada la noche, nadie podía anotar, los bates se fueron de vacaciones y las carreras andaban mudas. Los relevistas no iban a salir a jugar; esta era una lucha hasta el fin. Y el fin vino de repente: con un out en la entrada 16, poco después de medianoche, Willie Mays, de los Gigantes, atizó un cuadrangular para cerrar el desafío.
Ambos equipos estaban en una mala temporada, los Bravos, representantes de Milwaukee es ese tiempo, estaban destinados para un sexto lugar, mientras que los Gigantes andaban por un tercero muy lejano. Warren Spahn nació en Bufalo, Nueva York, había llegado a las mayores en 1942, cinco años después de que Jackie Robinson rompiera la barrera racial.
El zurdito de 42 años de edad inició la noche con una marca de 11-3 y una efectividad de 3.12; terminaría el año con récord de 23-7, la última de 13 veces que ganó 20 juegos. Marichal por su parte tenía una historia diferente. Contaba con solo 25 años y era una de las estrellas salidas de la República Dominicana.
Había tenido un éxito instantáneo, habiendo llegado a las Mayores tres años antes, cuando casi lanza un juego sin hits. Al empezar el desafío contra Spahn tenía un récord de 12-3 con 2.63 de efectividad, habiendo ganado nueve juegos en línea. En su última derrota, Sandy Koufax había tirado un “no hitter.
El juego fue una demostración de la grandeza de estos dos lanzadores, algo incomparable y nada semejante a otra salida. Marichal fue perfecto, en las últimas ocho entradas mantuvo a los Bravos en dos hits y retiró a 17 bateadores consecutivos en una etapa del juego. Fue un duelo de consistencia y habilidad.
En este partido por los Gigantes vieron acción cuatro latinoamericanos: Felipe Alou, Orlando Cepeda, José Pagan y Juan Marichal. Spahn permitió 9 hits, una carrera y dos ponches, mientras que el lanzador dominicano aceptó ocho hits, otorgó seis bases por bolas y tuvo 10 ponches.