Durante sus días como jugador el dominicano Ricardo Carty tuvo fama de ser un jugador muy volátil que se metía con facilidad en apuros. En su paso por los Bravos de Atlanta el dominicano tuvo problemas con algunos de sus compañeros, incluyendo el legendario Hank Aaron.
Un 18 de junio de 1967, mientras los Bravos viajaban en avión desde Houston hacia Los Ángeles para medirse a los Dodgers, Carty y Aaron sostuvieron un duelo de puñetazos entre dos de los más temibles bateadores del béisbol en aquella época.
Mientras Aaron bromeaba con un compañero en la parte trasera del avión, Carty se molestó porque a Aaron no le gustaba que el dominicano hablara en español. En un tono agresivo Carty le llamó “oveja negra” a Aaron, quién se molestó de inmediato. Después de un breve cruce de palabras ambos comenzaron a agredirse físicamente.
Un reportero de Atlanta dijo que más de cuatro peloteros tuvieron que separar a Carty y Aaron. Entre los jugadores que sirvieron como mediadores del pleito figuran los lanzadores Pat Jarvis, Clay Carroll y Tony Cloninger, además del jardinero Gary Geiger. Tras separarlos, Carty le propinó a Aaron un golpe directo que entró de lleno en medio de sus ojos.
Carty, quien una vez fue boxeador amateur en la República Dominicana, fue abordado luego por la prensa, pero se negó a hablar de lo sucedido. Un jugador, que no quiso ser identificado, dijo que el conflicto entre Carty y Aaron estaba creciendo desde hace un tiempo.
Aaron si habló con la prensa y llamó envidioso a Carty. Manifestó nunca habían cruzado palabras en el pasado. Aaron comentó que hace un año ambos compartían la misma habitación, pero que luego consiguió que se le trasladara a otra habitación que estaba disponible, lo que molestó a Carty. Agregó que Carty creía que su intención era deshacerse de él.
Cuando el equipo llegó a Los Ángeles, Aaron y el receptor Bob Uecker viajaron en taxi hacia el hotel donde debía hospedarse el equipo, mientras que Carty y el resto de los Bravos se fueron en autobús.
El mánager de los Bravos en aquel entonces, Billy Hitchcock dijo que lamentó lo sucedido y que cosas como esas siempre han ocurrido en el béisbol. Hitchcock en lo inmediato no tomó ninguna acción disciplinaria en contra de ambos jugadores.